La trufa más nórdica del mundo

Mi primer encuentro con la trufa de Gotland, fue en el restaurante noma en Copenhague, cuando después de cenar ahí, pudimos visitar la cocina, nuestro, guía de ese entonces sería un joven sous chef, que ala entrada nos mostró un frasco con estas trufas, me pareció sorprendente lo grande que eran y el intenso aroma que de estas emanaban, pero más me sorprendio cuando nos comentó de donde venían esas trufas, nada menos que de Gotland.
Gotland es la isla más grande de Suecia y está ubicada al sureste del Mar Báltico, la isla fue durante la Edad Media un centro por comercio y una ciudad hanseática con una vida bulliciosa. La ubicación central de la isla también la ha convertido en el núcleo de la batalla entre la Orden Alemana, Suecia, Finlandia, y en medio del centro de Visby se encuentran las murallas del castillo que se completaron en el siglo XIII.
Hoy en día, Gotland está poblada por poco menos de 60.000 personas y es principalmente conocida como un destino turístico para los suecos. En la temporada alta, llegan hasta 200.000 visitantes.
Las trufas que se encuentran en Gotland son del tipo trufa de Borgoña o Tuber aestivum como se les llama en latín. Son de sabor suave y recuerdan un poco a las trufas de verano. Crecen en las raíces de los robles y avellanos y, de hecho, pueden cultivarse hasta cierto punto.
Además de sorprender por su ubicación, nos han comentado que existe una cofradía de la trufa de donde cada año al final de noviembre se celebra, en una iglesia medieval una ceremonia para bendecir estas trufas, y donde sus afiliados se presentan con una medalla que representa su membresía ala academia de la trufa de Gotland.
Este festival dura 3 días y se reúnen un sin número de interesados
Se trata de inversionistas inmobiliarios y abogados de Estocolmo, Entusiastas locales, chefs y entusiastas de la comida nórdica Y un número creciente de agricultores que han optado por invertir en la incipiente industria de la trufa de Gotland.